Arquitectura sostenible: Construyendo un futuro verde con materiales ecológicos

arquitectura sostenible
Descripción:

Las ciudades han crecido de forma exponencial y eso ha supuesto aumentar el número de construcciones. Como consecuencia, se ha incrementado la contaminación del medioambiente. Por ello, una de las mejores formas para reducir el impacto medioambiental es la arquitectura sostenible.

¿Qué es la arquitectura sostenible?

La arquitectura sostenible se basa en el uso de técnicas y materiales ecológicos durante todo el proceso de construcción. Este tipo de edificaciones buscan reducir el impacto medioambiental mediante un consumo de energía eficiente y la protección del espacio ocupado.

Además, para la construcción, así como para conseguir los objetivos de eficiencia energética, se utilizan materiales sostenibles locales y respetuosos con el medioambiente.

Este tipo de edificaciones aplica los principios de arquitectura bioclimática en las que se busca una iluminación y ventilación natural. Por otro lado, para conseguir la eficiencia energética, mediante el uso de los materiales ecológicos se aíslan de forma óptima todas las zonas de la construcción.

Origen de la arquitectura sostenible

Durante la década de los 70, especialmente durante la crisis del petróleo, empezó a aparecer la idea del ahorro energético como consecuencia del consumo masivo de combustibles fósiles.

Una década después, se publica el Informe Brundtland, que definió el desarrollo sostenible como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones. A su vez, este informe explora las causas de la contaminación medioambiental.

Con estos estudios y modificaciones se empezó a trabajar a nivel social y gubernamental en el cambio de un sistema sostenible que incluye a la arquitectura y el urbanismo.

Beneficios de la arquitectura sostenible

La arquitectura sostenible aporta una serie de beneficios tanto a nivel medioambiental como a nivel personal.

Conservación de los recursos naturales

Este tipo de arquitectura promueve y aplica el uso de materiales ecológicos así como recursos naturales. De esta forma, se reduce la necesidad de utilizar energías no renovables y disminuye, a la vez, el impacto medioambiental.

Reduce las emisiones de gases

Con el diseño de edificaciones eficientes y el uso de energías renovables, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero causado por el notable aumento de CO2 generado artificialmente por la quema de combustibles.

Aumenta el ahorro energético de las viviendas

Los edificios sostenibles están diseñados para lograr un máximo ahorro en electricidad de las viviendas. Para ello, se planean de forma que cuenten con la máxima luz natural, evitando un exceso de consumo eléctrico.

Además, para la construcción se utilizan materiales sostenibles que favorecen al aislamiento, lo que se traduce en una regulación de la temperatura de forma natural sin necesidad de elementos externos como aire acondicionado.

Mejora la calidad del aire

La arquitectura sostenible aplica estrategias que mejoran la calidad del aire del interior de las viviendas. Mediante ellas, se evita la acumulación de contaminantes y se favorece una buena ventilación.

Esto no solo facilita la eficiencia energética, sino que una buena calidad del aire reduce los riesgos para la salud de los habitantes.

Ofrece un mayor confort

Uno de los principios de la arquitectura sostenible es garantizar la comodidad de los habitantes. Para conseguirlo se diseñan espacios grandes, funcionales, iluminados y con una buena calidad el aire.

Una vivienda confortable puede afectar directamente a la productividad, estabilidad y calidad de vida de sus inquilinos.

Se integra con el espacio

Este tipo de edificaciones buscan conservar al máximo la parte más natural del paisaje. Como resultado, podemos encontrar edificios que cuentan con jardines verticales.

Esta vegetación tiene el papel de bloquear la radiación solar, sirven como aislamiento térmico y pueden ayudar a la protección de la fachada, alargando así su vida y evitando la rehabilitación.

La importancia de los materiales ecológicos

El sector de la construcción es responsable del 39% de las emisiones de dióxido de carbono por lo que, para reducir la contaminación, es necesario consumir de forma responsable.

Con el fin de lograrlo, se utilizan materiales ecológicos que han tenido un bajo impacto medioambiental tanto en el proceso de fabricación como en la colocación y mantenimiento. Para entrar dentro de esta categoría, los componentes deben ser duraderos y reutilizables, y tanto su composición como su procedencia deben tener origen local.

Los materiales ecológicos más utilizados en la arquitectura sostenible

En cada uno de los procesos de una construcción tienen protagonismo distintos materiales sostenibles.

  • Materiales ecológicos para la construcción. El material con menor impacto ambiental en su producción y ciclo de vida es la madera. Las casas de madera tienen propiedades aislantes, lo que le aporta el carácter eficiente.
  • Materiales ecológicos para aislamientos. La fibra de celulosa y las fibras de madera son los aislantes más económicos, no generan residuos y mantienen la temperatura en el interior.
  • Instalaciones y pintura. El polipropileno, el polibutileno y el polietileno son termoplásticos alternativos respetuosos con el medio ambiente, una buena alternativa a las instalaciones de PVC. Por otro lado, las pinturas de cal, silicato y/o arcilla son ecológicas, incrementan el aislamiento térmico y regulan la humedad de la habitación.

Passivhaus, el mejor ejemplo de arquitectura sostenible

Uno de los certificados de arquitectura sostenible más populares y en crecimiento son las Passivhaus. Este tipo de viviendas ahorran entre un 70% y un 90% de energía gracias a su diseño sostenible. 

Mediante los mencionados principios de la arquitectura bioclimática, y en combinación con las energías renovables, se reduce al máximo posible el consumo energético de una vivienda. 

Además de su repercusión económica y, por supuesto, medioambiental, este tipo de construcciones, así como todas las que pertenecen a la arquitectura sostenible, benefician a nuestra salud y aportan un mayor confort en el día a día de los inquilinos