El término Passivhaus está ganando mucha importancia en los últimos años. Estas casas son una idea que se originó en 1988 en Alemania por el profesor Wolfgang Feist, y la primera casa Passivhaus se construyó en 1990. Seis años más tarde se creó el Passivhaus Institute y hoy en día, el término se ha convertido en un sistema de estandarización.
Es una vivienda diseñada para mantener unas condiciones atmosféricas ideales en su interior, logrando un ahorro energético del 70% al 90% en comparación con una vivienda convencional. Esto se logra a través de los principios de la arquitectura bioclimática y el uso de energías renovables.
Para lograr estas características, una casa Passivhaus debe tener un puente térmico nulo, aislamiento térmico en suelos, paredes y techos, ventanas y puertas de alta prestación térmica, hermeticidad y un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor.
La construcción de viviendas pasivas o Passivhaus ofrece múltiples beneficios tanto económicos como medioambientales y de salud. Estas viviendas son eficientes en el uso de la energía y están diseñadas para mantener un clima interior confortable sin la necesidad de recurrir a sistemas de climatización costosos y poco sostenibles.
Desde un punto de vista económico, la construcción de viviendas pasivas genera una menor demanda de energía y, por lo tanto, un claro ahorro en los costes de energía. Además, estas viviendas tienden a mantener un valor de mercado mayor en comparación con otras que no sean sostenibles o eficientes en el uso de la energía.
Desde un punto de vista medioambiental, la menor utilización de recursos energéticos tiene un impacto directo en el medioambiente, ya que se emiten menos gases contaminantes a la atmósfera. Al utilizar materiales de construcción sostenibles y eficientes en el uso de energía, se está contribuyendo a un futuro más sostenible para nuestro planeta.
En cuanto a la salud, las viviendas pasivas mejoran la calidad del aire interior y crean un confort térmico y acústico superior al de las viviendas tradicionales. Además, el uso de ventilación de doble flujo con recuperador de calor garantiza una correcta ventilación y mejora la eficiencia energética y la calidad del aire interior.
Para lograr la máxima eficiencia de los recursos y mejorar la calidad de vida, las viviendas pasivas se basan en los siguientes principios:
En resumen, la construcción Passivhaus es una opción sostenible y eficiente que permite ahorrar energía, mejorar la calidad del aire y tener una vivienda saludable y sostenible. Es importante tener en cuenta que estos edificios requieren una inversión inicial más alta, pero a largo plazo los ahorros energéticos y la mejora en la calidad de vida hacen que valgan la pena.
Nuestro equipo, con su preparación y certificación, es capaz de ofrecer un diseño único y personalizado para estas viviendas en Galicia. Al utilizar los métodos de construcción y materiales adecuados, Abeiro garantiza un aislamiento térmico óptimo, ahorro de electricidad, consumo casi nulo de calefacción, iluminación natural y circulación de aire adecuados para cumplir con los estándares de la construcción pasiva.
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