Suelo radiante

Suelo radiante
Descripción:

Suelo radiante

 

Los sistemas de climatización por suelo radiante basan su funcionamiento en una red de tuberías plásticas que, instaladas bajo el pavimento y de una capa de mortero, hacen circular agua caliente o fría por toda la superficie, lo que provoca que el calor o el frío se irradie desde el suelo. En el caso de la calefacción, esto hace que la temperatura del aire a la altura de los pies sea algo superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza, mejorando la sensación de confort.

 

Ventajas del suelo radiante

Elevado rendimiento

Los circuitos que transportan el agua son muy estrechos, de entre 5 y 10 mm, por lo tanto, el caudal de agua a mover es mínimo. La cantidad de energía necesaria para calentarlo o enfriarlo también lo será, y encima las temperaturas a las que opera son bajas (entre 30 y 42 grados), por eso es un sistema muy eficiente.

Bajo consumo y Energías renovables

Los sistemas de suelo radiante funcionan con un circuito de agua a baja temperatura frente a los sistemas tradicionales que necesitan mayores temperaturas de impulsión. Al tratarse de un sistema de baja temperatura, se consiguen grandes ahorros combinándolo con sistemas de generación de calor eficientes como la aerotermia, la geotermia y energía solar térmica.

Mejor diseño

Al estar instalado el sistema bajo suelo, nos olvidamos de colocar radiadores. Tan sólo se deberá tener en cuenta la colocación de un armario para los colectores hidráulicos en la pared. El espacio habitable queda de esta forma totalmente libre y despejado dejando total libertad para el diseño de interiores.

 

Este tipo de instalación conlleva cierta complejidad técnica, no tanto en su instalación sino en su mantenimiento. Por tanto, la instalación y mantenimiento del suelo radiante deben ser realizados por personal muy cualificado.