La vivienda, situada en la primera planta de un edificio plurifamiliar en la Rúa do Castro, en Santiago de Compostela, tenía una distribución poco funcional y presentaba déficits de habitabilidad debido a sus instalaciones obsoletas y estructuras envejecidas. Para mejorar sus condiciones, se llevó a cabo una rehabilitación que incluyó la redistribución del espacio, creando una zona de estar con cocina integrada, un dormitorio, un estudio y un baño. Se reforzó la estructura de madera y se nivelaron los suelos, además de mejorar el aislamiento térmico y acústico con lana de roca y cartón yeso en fachadas y medianeras. La carpintería exterior de madera fue restaurada y se instalaron nuevas contraventanas interiores. También se renovaron completamente las instalaciones de fontanería, saneamiento, calefacción eléctrica y electricidad. La cocina fue equipada con mobiliario moderno y encimera de mármol, combinando funcionalidad y estética. Esta intervención permitió mejorar la eficiencia energética y el confort de la vivienda, manteniendo su carácter original y respetando la normativa del Plan Especial PE-1 de Santiago de Compostela.