Passivhaus es salud

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Passivhaus es salud

 

La incorporación de un sistema de ventilación continuo es básico para asegurar un caudal suficiente de aire que garantice la evacuación del CO2 y los contaminantes emitidos en el interior. No hay que olvidar que los espacios interiores de los edificios suelen estar hasta 7 veces más contaminados que el ambiente exterior, y que, cuando permanecemos mucho tiempo en el interior sin abrir las ventanas (como, por ejemplo, cuando dormimos en invierno), se alcanzan picos de concentración de CO2 indeseables. Por lo tanto, un flujo constante de aire nos asegura la evacuación de estos contaminantes.

Por otro lado, Passivhaus añade, a ese flujo de aire continuo, la recuperación de calor del aire viciado antes de su expulsión mediante un recuperador de calor que “traslada” gran parte del calor (del aire a expulsar) al aire exterior que introducimos en el interior, evitando que se pierda energía innecesariamente.

Pero… ¿Y qué pasa cuando abrimos las ventanas o ventilamos si la calidad del aire exterior es incluso peor que la del interior? Que estamos introduciendo contaminantes en casa sin control alguno, cuando en realidad existe una fácil solución: Filtros de Aire Passivhaus.

El sistema de recuperación de calor incorpora filtros de aire que pueden llegar a filtrar grandes cantidades de contaminantes en función del filtro elegido. En estos tiempos, en los que las ciudades sufren elevados niveles de contaminación, sobre todo por el tráfico rodado, es un requisito indispensable filtrar el aire que respiramos en los espacios interiores para tener una calidad de aire adecuada.

Además, para los alérgicos al polen, el filtrado del aire es fundamental y permite reducir al mínimo en casa (el lugar donde todos descansamos y nos relajamos) la exposición al alérgeno en cuestión.  Sin contar que dicho filtrado, reduce la cantidad de entrada de polvo en el interior al mínimo, por lo que los alérgicos a los ácaros también se ven beneficiados.