El creciente calentamiento global al que nos enfrentamos, junto con una mayor conciencia de la población ha hecho que optar por una construcción ecológica sea una realidad cada vez más presente.
La edificación y rehabilitación de obras para transformarlas en sostenibles tiene una mayor demanda en Galicia. Actualmente, es más sencillo encontrar opciones a lo largo de la comunidad y son varias las ayudas de la Xunta para impulsar este camino cara la eficiencia energética.
Una construcción ecológica, independientemente de su finalidad, es aquella que se construye mediante técnicas y materiales sostenibles. Además, la arquitectura sostenible se caracteriza por ser respetuosa con el medioambiente en todas sus fases, desde el transporte y selección de materiales hasta la entrega del proyecto.
Este tipo de edificaciones se caracteriza por provocar el mínimo impacto en el entorno, por reducir la huella de carbono y promover la conservación de un espacio natural.
Las obras propias de la construcción ecológica se basan en la aplicación de los principios de arquitectura bioclimática y la aplicación de energías renovables que favorecen a mejorar la eficiencia energética.
Además, el uso de materiales sostenibles y locales tienen una prioridad de uso. Es común utilizar madera certificada FSC, fibra reciclada para el aislamiento y pinturas sin COV.
Sumado a esto, este tipo de edificaciones implementan sistemas de recolección y reutilización de agua así como dispositivos de ahorro de agua para tener una mejor gestión del agua.
Por último, las construcciones ecológicas se caracterizan por incorporar zonas verdes y espacios abiertos. Así se fomenta la biodiversidad y, por supuesto, es un factor que ayuda a la calidad del aire.
Las construcciones ecológicas ofrecen una serie de ventajas tanto para el medioambiente y entorno en el que se sitúan, como para los inquilinos que las ocupan.
Las características propias de este tipo de obras afectan positivamente a la conservación de la naturaleza que nos rodea. Optar por materiales sostenibles y reciclados, así como los sistemas de aislamiento y ventilación permiten reducir el consumo energético y la emisión de gases.
Los principios de arquitectura bioclimática influyen, y ayudan, en el ahorro en electricidad de nuestra vivienda.
Un buen aislamiento térmico evita la pérdida energética durante el invierno y su ganancia en verano. Esto repercute directamente en el uso de calefacción y aire acondicionado que se vuelve casi innecesario y, por lo tanto, el consumo eléctrico desciende afectando a nuestras facturas.
Una construcción ecológica afecta directamente a nuestra calidad de vida. Cuando el aislamiento, tanto térmico como sonoro, están bien diseñados como es en el caso de estas viviendas, la calidad de vida de quien las habita aumenta.
Además, evitar el uso de materiales y pinturas COV mejora notablemente nuestra salud, ya que el aire que respiramos en el interior es limpio. Sin embargo, evitar los químicos volátiles no nos ayudará únicamente en nuestra respiración, sino que evitará que nos sintamos fatigados, las irritaciones y las reacciones alérgicas.
Las características propias de las construcciones ecológicas hacen que estas sean una opción mucho más duradera.
Por un lado, el uso de materiales de alta calidad como el vidrio de alto rendimiento o la madera concentrada, permite que la edificación sea mucho más duradera.
Por otro lado, los diseños de la arquitectura sostenible se basan en los fundamentos de durabilidad que buscan crear obras sólidas y evitar problemas como la humedad. Dentro de este aspecto también se tiene en cuenta la construcción o rehabilitación de la fachada que está preparada para resistir a los distintos factores externos como el clima.
Es cierto que los costes iniciales de una construcción ecológica pueden ser superiores entre un 3% y un 8% en comparación con una obra tradicional. No obstante, gracias al ahorro energético que ofrece este tipo de viviendas, esta inversión se recupera en un plazo de entre 5 y 10 años.
Además, las edificaciones diseñadas para mantener unas condiciones atmosféricas óptimas para la vida, logran un ahorro energético del 70% al 90% en comparación con las viviendas tradicionales. Un descenso en el uso eléctrico supone, a su vez, un descenso notable en nuestras facturas, lo que nos permitirá reducir costes.
El creciente cambio climático y la conciencia climática han provocado que, a la hora de tener una vivienda, se busque conectar con la naturaleza de una forma sostenible. Por eso, las casas ecológicas son una opción cada vez más popular en toda Galicia que recupera, en muchas ocasiones, la antigua tradición del empleo de la madera en las estructuras.
Además, las instituciones gallegas proporcionan distintas ayudas y financiaciones para la rehabilitación de espacios y la construcción de viviendas sostenibles. De esta forma, es más factible para los propietarios poder financiar sus proyectos sostenibles.
En resumen, las construcciones ecológicas en Galicia están dejando de ser el futuro para convertirse en el presente. La concienciación frente al cambio climático ha hecho que cada vez más gente busque viviendas que le ofrecen un mayor confort a la vez que contribuyen a una vida respetuosa con el medioambiente.
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